MONSTRUO

Cuando ya todos nos sentíamos a salvo, y creíamos que los monstruos eran cosas que habían pasado ya, incluso, no nos parecían Historia, nos parecían mitología, cuando ya estábamos seguros que no moriríamos apretados en las fauces de un cocodrilo ni de sed en el desierto, ni ahogados en el mar, entonces apareció el monstruo.
Y se erguía sobre nosotros tan alto que su cabeza, la primera vez que la vi, me pareció una nube.
Hasta entonces había oído hablar de las consecuencias económicas de su paso devastador por otros países, había visto las noticias, había recibido miles de chistes, miles de alarmantes noticias falsas, pero aún no lo había visto.
Su cabeza, solo veía desde mi ventana, su cabeza, y me di cuenta entonces que le veía muy claro, porque era muy alto, pero, en realidad, si tenía esa envergadura, en realidad, sus píes estarían muy lejos.
Pensé, por un momento, que a poco que yo supiera de ciencia, que sé poco, ese ser debía de tener suficiente altura para quemarse en su contacto con la mesósfera. Me consoló, entonces, solo consistía en hacer que el monstruos se pusiera demasiado erguido, y así, él mismo, causara su fin.
Una luz muy potente pasó por el cielo en dirección a aquel ser, por fin, incapaces de otra cosa, le habían lanzado un misil.
Debió a hacer mucho sonido al caer, pues miles fueron los edificios que hizo caer a su paso.
Incluido el mío.
Del polvo que levantó al caer destruyó toda mi ciudad, tres cercanas fueron anegadas por el polvo. El miedo, las estampidas, mataron a miles de personas.
La caída económica de los países por los que el monstruo transitó fueron irrecuperables escusas para sumir a la pobreza a miles de personas.
La tristeza de quienes no pudieron enterrar a sus muertos, porque desaparecieron para siempre en las fauces del monstruo, parecían poder escucharse en cualquier esquina.
La desesperación de quienes creyeron que si las cosas se hubieran hecho como ellos decían, hubieran sido mejores, se convirtió en gritos que distanciaban amigos, y generaban rencores imaginarios.
Pero, la verdad era que nadie se esperaba que les atacara un monstruo ahora, que parecen más que Historia, mitología.

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