Se me ha quedado pequeña la jaula

El otro día, se me ocurrió esta entrada, y la verdad, no sabía si correspondía al blog que tengo de humor o a este. Fue viendo las cifras de los robos de los políticos de este país. Y llegué a una conclusión, creen que la humanidad va a tardar mucho en extinguirse, pues han robado más de lo que podrán gastar nunca, ni ellos ni veinte generaciones tras ellos. Han robado tanto que probablemente la humanidad se haya extinguido, y su descendencia seguirá teniendo el dinero que ellos robaron para vivir con grandes lujos. Es que cuando ya tenían tan ingente cantidad de dinero, ¿qué les empujaba a seguir robando? Pero no sólo es lo que han robado y se han metido en el bolsillo, es que hay otro lado, no es sólo lo que "pillamos" en sus bolsillos y sus cuentas. Es que ese dinero, sale de conceder a empresas las concesiones públicas, y los dueños de esas empresas también se embolsaban dinero, en forma de "gratificaciones" y de beneficios empresariales no cívicos, ya que

Una madre, o un padre, debe mantenerte con vida. Preservarte, y darte de comer. Una abuela, un abuelo es un personaje amable, que juega, cuenta historias, recoge del colegio, compra chucherías... (Con su permiso hablaré en femenino) Sin embargo una madre tiene sobre su espalda mantener con vida a una hija. Por eso no culpo a todas aquellas republicanas que no educaron a sus hijas en los valores por los que estuvieron dispuestas a morir. Por que la angustía del castigo que sus hijas podrían haber vivido, si se revelaban, era demasiado doloroso. Pero nosotras no somos hijas de las republicanas asustadas por si sus hijas iban a una manifestación, y eran represaliadas. Somos las nietas que recogían del colegio, somos aquellas a las que nos pudieron hablar mientras nos compraban las chucherías, pues no temían que nos mataran, y por que no nos tenían que educar. Por eso volvemos a sacar sus banderas, por eso volvemos a sus colores. La república que ellas querían,

El joven artista, la joven artista. Repasaba, en búsqueda de inspiración, la biografía de uno de sus adorados ídolos. Seguidor que la misma musa que ella. La miseria, la pobreza, y ser casi desconocido es como paga la humanidad a quien quiere trascenderla. Suspiró. Empezó a buscar, aleatoriamente en su memoria los nombres de otros artistas. Uno a uno, fue viendo como tenían menos fama que la merecida, menos dinero, y vidas, al final; miserables. Perdió el sentido del tiempo que pasaba, repasando cada biografía, cada vida. Hasta que en un acto de desesperada búsqueda se decidió a preguntar al aire de las redes sociales: ¿Alguien conoce a algún autor que la Historia haya hecho justicia en vida?

Dedicada a Marga, que me trae la inspiración, que despierta en mí la certeza de que soy humana. Este artículo no responde a una investigación real, pero estaría bien hacerla. Respondería a "¿necesitamos todo lo que tenemos?" seguro que sobre este tema ya ha habido miles de investigaciones, a mis oídos han llegado las conclusiones de varias de ellas. Todas concluyen que tenemos más que lo que necesitamos. Esta fiebre por tener es mucho más perniciosa de lo que parece a simple vista. Además de que es totalmente antiecológica, y con esto ya se justifica todo, sin embargo, y aún teniendo en cuenta el peso de este argumento, hay otros efectos perniciosos del consumo. Por ejemplo tener más libros que los necesarios no lleva a llenar la casa de estanterías (este es mi caso) que agobian el espacio, y generan que siempre quiera una casa más grande, cuando a lo mejor la solución es donar los libros. Pero el consumo que más noto, que más perniciosamente percibo y que más c

Hay un derecho a la tristeza, no lo recoge la Constitución ni el Código Civil, ni ninguna otra ley, pues es obvio. La pena ajena nos ha dado las mejores canciones, los mejores cuadros, poemas, e incluso alguna novela. Y es que la tristeza lleva a la atracción, que ejercen sobre nosotros los perdedores, con su romanticismo, y esto nos lleva a esa melancolía; que no sabré nunca si es piedad o es alegría porque no somos nosotros los que hemos sufrido lo que ha resultado convertirse en arte. El caso, es que con menos talento, hoy, yo, estaba triste, tengo derecho. A lo mejor no a escribirlo aquí. A lo mejor me cierran la cuenta con la siguiente comunicación: " No podemos permitir que la tristeza transcienda los muros de internet, donde todo es felicidad, debemos cerrar su blog si sigue poniendo cosas tristes " Así, yo, con mi pena, buscaba a quien molestar, hasta que esa persona me diera esas frases que animan, despiertan un poco de ánimo positivo, o, por lo menos

La persona, entonces preguntó al político y al economista. - ¿Por qué pasa la gente hambre? ¿Es qué han dejado de dar frutos los árboles? ¿Es qué la tierra ha dejado de dar trigo, o arroz? ¿Es qué ya no llueve sobre los campos? - No, verá. - Y con mucha educación, le fueron explicando, entre los dos, los motivos de las exportaciones y las importaciones, la prima de riesgo, la productividad, el déficit, los recortes sociales, la ley de oferta y demanda... En la mente de la persona sólo sonaban escusas. Palabras sin sentido, que, en realidad escondían algo, que notaba pernicioso. - Entonces la gente pasa hambre no por el resultado de las cosechas, si no por el resultado de unas cuentas que ustedes echan. El economista y el político, miraron a la persona con desprecio. Pensando ambos que era un ignorante. Mientras, gastaban en ostentosos lujos, y, desde luego, no pasaban hambre.