PSICÓLOGA

No iba a ser la escritora más grande de todos los tiempos, eso estaba claro. Pero uno sólo de sus libros le había dado más dinero que me daría a mí nunca toda mi vida en la consulta atendiendo personas con enfermedad mental. No sabría decir si no me estaba molestando esta evidencia cuando me di cuenta que yo la conocía de algo, que me sonaba su cara, su nombre, e incluso su extraña forma de pronunciar la erre.
Intenté recordar, entonces, surgió en mi clara la evidencia. Había sido paciente mía. Muy poco tiempo, vino por un problema para conciliar el sueño. Entonces fui, por mera curiosidad, a buscarla en mis archivos.
Cinco sesiones, nada más, unas clases de relajación y ya.
Sin embargo había un dato muy llamativo, algo que me llevó a plantearme a mí mi forma de ver la vida, mi forma de ayudar a los pacientes. Cuando ella me había dicho que quería ser una gran escritora, yo la recomendé que fuera más realista. Pero a la luz de la realidad está que para ella ser realista era ser una gran escritora.

Comentarios

  1. Me ha gustado mucho este microrrelato, me encantan los detalles como de que la recordaba por su pronunciación de la erre, le dan mucho más realismo a cualquier texto... Me ha gustado de principio a fin... ser realista, para ella, era ser una gran escritora.

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