MIENTRAS, ENTONCES

Mientras sonreía recordé que odiaba mi trabajo, que estaba agobiada por la hipoteca, que ya no quería a mi marido, que estaba cansada del vacío vital que rellenaba comprando.
Entonces volví a mirar el bosque desde lo alto de la montaña, oí a unos niños que jugaban en el merendero y volví a sonreír.
Mientras sonreía olvidé que hacía años que no quería a mi marido, que me agobiaba la hipoteca, que tenía un vacío vital que llenaba comprando.
Mientras sonreía recordé lo maravilloso que es mirar una montaña desde arriba, recordé el ruido de niños jugando y seguí sonriendo.

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