LA EXPLOTACIÓN COMO CONSUMIDORES

Necesito unas botas, es lo que tiene, llueve, hace frío, y hay que ponerse algo en los pies. Lejos de tener que hacer como el protagonista del "Capote" de Gogol he podido recurrir a otra cosa para obtener el dinero. Me han dado el dinero mis padres. Esa especie de maldición de nuestra generación, no nos falta porque recurrimos a progenitores. El caso es que ahora, con el dinero, me encuentro con otra dificultad, hay que tener la casa en unas condiciones ínfimas que permitan la habitabilidad, y hay que trabajar. Así que me queda, francamente, poco tiempo, ya que a todo esto hay que añadirle las clases de inglés y las horas de sueño. Así que el sábado, al salir de trabajar, cansada, iba pensando, mientras llovía, que necesito unas botas. Y me acordé de que los domingos abren los comercios. Entonces pensé que las personas que van en domingo a currar están más asqueadas que yo, por que debo ir los sábados. Y es que la lógica de abrir los domingos es cruel, pues deriva de nuestra explotación como trabajadores y consumidores. Como los horarios de trabajo son cada vez más abusivos, nos explotan como currantes, pero claro, nos quedamos sin tiempo para consumir, así que pasan al siguiente nivel. Abren los domingos, el día de librar, descansar, dormir hasta tarde, comer con la familia, tomar algo con los amigos... para que ese día vayamos a comprar a sus tiendas, a explotarnos como consumidores.

Comentarios

Entradas populares de este blog

EL MAL ESCLAVO

LA SACRÍLEGA MUSA

1984